sábado, 19 de junio de 2010

El Sulfato de Glucosamina en el tratamiento de la Artrosis

La artrosis es la degeneración de los cartílagos de las articulaciones. Al perder el cartílago los huesos rozan, se desgastan y se producen espolones. Esta situación produce inflamación y dolor. Aunque la edad y los trabajos repetitivos favorecen la aparición de la artrosis existen productos que de forma natural disminuyen la inflamación y el dolor mejorando considerablemente la calidad de vida.

Uno de los más utilizados es el sulfato de glucosamina. La glucosamina es un azúcar producido por el cuerpo y que se encuentra también en pequeñas cantidades en los alimentos. El sulfato de glucosamina tiene importantes funciones en la formación de uñas, tendones, piel, ojos, líquido sinovial, hueso, ligamentos y secreciones mucosas de los sistemas digestivo, respiratorio y urinario. La principal función fisiológica del sulfato de glucosamina en las articulaciones es estimular la fabricación de cartílago así como promover la incorporación de azufre al cartílago.

La seguridad, eficacia y tolerancia del sulfato de glucosamina frente a un antiinflamatorio en el tratamiento específico de la artrosis, es mucho mayor y así lo demuestran los distintos estudios clínicos realizados. El sulfato de glucosamina presenta un efecto antiinflamatorio entre 50 y 300 veces más bajo que la indometacina, pero la toxicidad de ésta es de 1000 a 4000 veces mayor, con un margen que favorece a la glucosamina. • Por otra parte, la tolerancia de este fármaco es similar a la del placebo por lo que, cuando se administra no precisa ningún otro medicamento adicional para proteger la mucosa gástrica.

La dosis recomendada como suplemento alimenticio es de 1500 a 2000 mg por un periodo de entre 3 a 6 meses.

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