Lumbalgías de origen digestivo

Siempre solemos asociar las lumbalgías y ciáticas a problemas musculares por esfuerzos y malas posturas, sin embargo nuestro sistema digestivo tiene una importancia capital en muchas de ellas creando un terreno propicio para que tengamos una de estas dolencias, incluso de forma regular.

La musculatura lumbar y abdominal está en contacto con nuestros órganos digestivos, de ellos podemos destacar el intestino, debido a que acumula un gran número de toxinas, especialmente en casos de estreñimiento, alimentación en la que se abusa de las grasas y las proteínas, o en problemas de digestiones lentas con tendencia a generar gases.

Cuando esto ocurre el cuadrado lumbar y el psoas tienen la tendencia a estar mas rígidos e incluso a contraerse. Cuando esto ocurre fácilmente se origina una lumbalgía, incluso cuando no hemos hecho un esfuerzo significativo.

En estos casos las técnicas del masaje o incluso la osteopatía ven limitada la mejoría del paciente hasta que se alivian y corrigen estos síntomas o malos hábitos alimenticios. La mejora del sistema digestivo es fundamental en casos de lumbalgía crónica o hernias discales lumbares, debido a que sea o no sea su origen, reducen el dolor y las molestias en la zona lumbar.